Saturday, February 18, 2006

Atole con el dedo
( J. Jesús Blancornelas )
( 2006-02-18 )

El señor Presidente de la República estaba muy campante. También el señor procurador General de la República. De pronto todos nos estremecimos con el dramático episodio de Nuevo Laredo: Lunes 6 de febrero. 7:45 de la noche. Aparecieron dos expertos en asalto, manejo de armas y escape. A punta de ametralladora y con granadas atacaron a El Mañana. Periódico líder de la frontera tamaulipeca. Causaron destrucción. El reportero Jaime Orozco Toy sigue internado y delicado. Sin deberla le tirotearon. Hasta saber la triste novedad entonces sí el señor Fox reaccionó. Aprovechando que todos los días aparece en El Noticiero de Televisa lanzó la bravata: “Esto no se queda así. Nos la va a pagar el crimen organizado. Vamos a capturarlos”. Cumpliendo con el protocolo se comunicó a El Mañana. Les ofreció justicia. Así lo ha hecho en otras 11 ocasiones. Prometió lo mismo a los directores de periódicos cuyos reporteros fueron asesinados. Pero de allí no pasó nada. Simplemente encargó los asuntos a la Procuraduría. Y en su momento los reporteros atosigaron a los señores fiscales General, Macedo de la Concha y Daniel Cabeza de Vaca. Otras al subprocurador licenciado José Santiago Vasconcelos. Los tres en su momento respondieron: “estamos trabajando”, “vamos muy avanzados”, “tenemos datos importantes, pero debemos mantenerlos en secreto para no entorpecer las investigaciones”. Las más audaces declaraciones fueron del señor Cabeza de Vaca: 48 horas luego del ataque a El Mañana descubrió lo por todos sabido: “Fue el narcotráfico”. Pero se lanzó más allá: “Los tenemos identificados”. Dio la impresión de “en cualquier ratito los agarramos”. Pero nada. Como dice la joveniza: “Puro verbo”. Me imagino entonces a Fox: Alguien seguramente se le acercó y dijo cómo crear una Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas. Eso daría la impresión entre los compañeros de estar ahora sí decididos a enfrentar el problema. De paso serviría para dar una impresión necesaria hacia el extranjero: “En México sí están buscando proteger a los periodistas”. Así muy al estilo de la realista película La Ley de Herodes, el miércoles 15 de este febrero se apareció en la Ciudad de México ante los periodistas el licenciado Mario I. Álvarez. Es subprocurador de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad. Y lanzó la proclama: Ya se creó la Fiscalía Especial para la Atención a Delitos Cometidos contra Periodistas. Y seguramente ni él se la creyó cuando anunció: “Es un órgano técnico muy interesante. Nos llevó algún tiempo diseñarlo. Ustedes me entrevistaron la semana pasada y yo les dije que estábamos en el trabajo de diseño de este documento”. Y justificó: “Porque tomamos en consideración dos cosas que hoy se las puedo decir y son muy importantes: La primera de ellas es que México tiene, y con esto cumple, una serie de compromisos internacionales en materia de libertad de expresión y protección a periodistas”. Pero la verdad se retrasaron. El trato internacional ya tiene sus añitos. Pasaba en realidad: El gobierno foxista no creó la fiscalía para dar la falsa impresión: En México no atacan a periodistas. Pero el estruendo en El Mañana no se pudo esconder. Retumbó en Estados Unidos. Entonces fue preciso crear la famosa fiscalía. Como quien dice: para taparle el ojo al macho. La nueva fiscalía simplemente es un membrete. Servirá para dar empleo a numerosos abogados o reacomodar algunos de la Procuraduría General de la República (PGR). Pero curiosamente: Si los delitos son del fuero común deben ser atendidos por las procuradurías estatales. Entonces habrá “coordinación y seguimiento”. Aquí volvemos al vicio de años: Muchas ocasiones son los propios gobernantes estatales o influyentes quienes ordenan atacar a los periodistas. Entonces no se pueden investigar a sí mismos. De allí la insistencia de tipificar como delitos federales agresiones y asesinatos a compañeros. Hay casos concretos: Héctor Félix Miranda, de ZETA. Asesinado en 1988 por guardaespaldas de Jorge Hank Rhon. Hasta la fecha gobiernos priistas y panistas no tocaron al famoso júnior como presunto responsable autor intelectual. Más reciente: José Miranda Virgen, del diario Sur de Veracruz. Una explosión en su casa. Félix Alfonso Fernández fue amenazado de muerte por Raúl Rodríguez Barrera, entonces comandante de la Policía Judicial Federal. Gregorio Rodríguez Hernández, de El Debate sección Escuinapa, Sinaloa. Tomó fotos de narcos. Todo mundo sabe que el crimen fue ordenado por Antonio Fraustro. Pero este hombre influye más comparado con la policía. Guadalupe García Escamilla, reportera radiofónica. Se le ubica como “representante” del narco repartiendo dinero a los periodistas. Pero esta semana surge la versión: La mató un policía municipal por encargo del narcotráfico. Todos esos casos jamás fueron investigados a fondo. Igual se dio el cerrojazo al caso Roberto Mora, de Nuevo Laredo. Hay diferencias: Una, fue el narcotráfico. Otra, motivos pasionales. La realidad, no se investigó. Esos son simplemente desgracias recientes. Y por sus características la nueva fiscalía “solamente se coordinará y dará seguimiento” con las procuradurías estatales o con la SIEDO. Más claro. Seguirán igual. ¡Ah!, pero eso sí. Habrá gran ceremonia. Se rendirá un informe semestral o anual. Puro gastadero y burocracia. Lo más importante: Casi todos los asesinatos de periodistas fueron ordenados y realizados por el narcotráfico. En este caso, los investigará la Subprocuraduría de Investigaciones Especiales de la Delincuencia Organizada (SIEDO). Ya los tiene tratando desde años sin resultado alguno. El señor Álvarez Ledesma informó. Eso sí: “La coordinación con el licenciado Vasconcelos va a ser muy importante”. Vasconcelos es la cabeza de la SIEDO. Esto es como jugar el dedo en la boca. Lo más decepcionante: La PGR al anunciar la nueva fiscalía reconoció: “En este momento, como ustedes saben, hay informes de organismos no gubernamentales (sobre ataques a periodistas) pero no hay un informe oficial que sea producido por la autoridad mexicana con información directa, fidedigna respecto de lo que está sucediendo en el país. Es una cifra negra que ahí está. Nadie sabe cuántas se presentan. Cuáles no se presentan”. Esto es increíble. El gobierno mexicano no tiene un informe puntual sobre las agresiones y asesinatos a periodistas. Es el colmo. Simplemente como referencia estos son los asesinatos de periodistas durante el sexenio del licenciado Vicente Fox Quesada: —2001 José Luis Ortega Mata. Febrero 19 Director del Semanario Ojinaga de Chihuahua. Dos balazos en la cabeza. Crimen no aclarado. —Saúl Martínez. Marzo 24 Director adjunto de El Imparcial de Matamoros, Tamaulipas. Cuatro balazos en la cabeza. Crimen no aclarado. —2002 José Miranda Virgen Octubre 16 Columnista de El Sur de Veracruz. Explosión en su casa. Crimen no aclarado. —2003 Félix Alfonso Fernández Enero 1 Reportero de Cuernavaca. Muerto a balazos. Crimen no resuelto. —2004 Roberto Mora García. Marzo 19 Editor de El Mañana de Nuevo Laredo. Asesinado a puñaladas al llegar a su casa. “Carpetazo” al caso. Crimen no aclarado. —Francisco Arratia Saldaña Agosto 31 Columnista de Matamoros, Tamaulipas. Secuestrado y torturado. Crimen no aclarado. —Lic. Francisco J. Ortiz Franco. Junio 22 Editor del semanario ZETA. Asesinado de dos balazos en la cabeza. Crimen no aclarado. —Leodegario Aguilera Lucas Septiembre 8 Editor de Mundo Político de Guerrero. Balaceado e incinerado. Crimen no aclarado. —Gregorio Rodríguez Hernández Noviembre 28 Corresponsal de El Debate en Escuinapa, Sinaloa. Asesinado a balazos en la cabeza. Crimen no aclarado. —2005 Raúl Gibb Guerrero. Abril 6. Editor de La Opinión de Poza Rica, Veracruz. Muerto a balazos. Crimen no aclarado. —Guadalupe García Escamilla. Abril 16 Reportera de XHNOE de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Muerta a balazos. Crimen no resuelto. —2006 Periódico El Mañana. Febrero 6 Ataque del narcotráfico. Herido el reportero Jaime Orozco Troy. Caso no resuelto. En fin. Todos estos casos no pueden ser tratados por la nueva fiscalía, dado que los cometió el crimen organizado. Están bajo investigación de la SIEDO. En resumen: Atole con el dedo. Está como la nueva fiscalía del gobierno bajacaliforniano contra el robo de autos. Ya existe en la Ministerial un Grupo Especial. Se duplica. Aumenta la burocracia y tienen menos trabajo los agentes ministeriales obligados a impedir el hurto. Puro cuento. blancornelas@zetatijuana.com

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